Tu sonrisa va y viene entre mis manos,
va y viene vistiendo pasacalles
mientras allá afuera, la tarde nos convida
verticalmente su horizonte.
Tu cabeza descansa recostándose en mis sueños
y yo retorno al mar de tus silbidos.
Tarde gélida de otoño, la recuerdo bien.
Las Julietas nunca vieron la luz de esa mañana y,
en ese lapso ambivalente, provoqué la ira de los dioses
y las utopías sangrantes.
Te robé y te llevé a mis ciudades,
te limé las asperezas del destino
y tú jugaste con los vientos
con esa mirada de niñez
que evoca látigos de labios inferiores.
En el cruce de tus mágicos deseos
de la manera más vulgar nos conectamos.
Tarde gélida de otoño, la recuerdo bien.
La noche no tuvo cabida en esta historia.
Los Romeos empezaron a vivir.
4 Comentarios en “la canción de los romeos”
Y como siempre encuentras en lo concreto lo abstracto, en lo amargo lo dulce.
Esa sencillez me envuelve en cada letra, en cada punto , en cada coma.
te amora la hosh.
¡Gracias Hoshny por tus palabras! Yo también te amoro mucho.
¡Besos!
A veces uno siempre espera a ese Romeo.
Y si se encuentran dos mejor aún.
...Sabes que me gusta mucho como escribes, continúa asi.
Un abrazote
Me encantan tus poemas...
oscar de Bs As
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