defecto consecuente (o la mala virtud de no abatirse)

a pesar del golpe intenso
de la mano traicionera
este cuerpo no se cansa
ni vacila, ni se entierra
se despierta más temprano
se despierta con más fuerza
y abre de nuevo el camino
que cerró la mala hierba

amnesia de sangre dividida

en el viejo escalón te lloré
y sin quererlo te encuentro
sentada
abatida
con los ojos atados al dolor
y en
silencio

la luz de una vela nos separa
nos corta
nos agita
no dices nada más que nada
me miras y vuelvo a perderte
en una lágrima

¿acaso rehuyo despertares?
¿será que no confío en tus tristezas?

tu recuerdo
tu pelo
tus caricias
tus besos de abuela madre no se irán
pero finjo este dolor de nieto
que combate la amnesia
en que mi sangre dividida se ha internado
porque sólo así te tengo viva

silencio

esta noche volverás

cantata previa a la celebración

*Dedicado a la bravura moqueguana.

traigan la caña festiva
que la hora del festejo aún no llega
pero estamos a punto de tocarla
pues los hombres han tomado la vida en sus manos
y la han hecho vivir como es debido
y los letargos se destiemplan ante el júbilo

¡nadie detendrá lo avanzado!
¡nadie volverá cargando cruces!
¡nadie avanzará sin señales de victoria!

esta noche, nuevos hombres han nacido
y moqueguas luminosas reverdecen a la vez

(el paso de las horas nos confirma el dulce canto
del idioma universal)