prometeo mediante

Prometeos de cartón se deslizan en los sueños.
Tienen manos grandes, voces grandes,
vidas grandes,
pero son las llamas del fuego que no sirve.

La humanidad corrió la burla en sus costados
y en su corazón se impregna un llanto tibio,
ambivalente, de reojo.

Los prometeos de verdad no tienen sueño.
Viven desgarrados por el águila
entregando sin recuadros el pentecostés,
lámpara de ciencia adormecida
de una fe que no admite fronteras.

¿Cuándo llegará la luz sin paños altos como filtro?
Algún día, dicen algunos,
Prometeo mediante.

hombre viejo

Gritos de noche nocturna.
Tierra fértil y sangrienta.
Melodía sin freno de pie.
Patria lúdica y salvaje.
Cóndor de vuelo indiferente
que clava el pico en el Pacífico.
Lámpara fútil de retaguardia.
Cañón alzado en contra de los ríos.


El momento indicado no llama dos veces.


Tierra de nervio templado.
Asfixias de niño sin teta.
Caídas y regocijos.
Muerte, muerte, muerte.
Hambre cabizbaja.
Más muerte, más muerte.

invierno en reacomodo

y el camino se hizo largo
y las horas como piedras
todo trastocado en el viaje de estas líneas
porque hoy los verticales nos miramos el ombligo
más llanos que nunca
más lentos que nunca
finalmente la quimera
demostró sus consecuencias
con la decepción de una vida desgarrándose a sí misma
y queremos volver sobre los pasos andados
y volver a recorrerlos como exige el destino
y aunque nadie asegure que el dolor vaya a quedarse
esta noche el crudo invierno ha dolido más.