verbos dialécticos

(se acaba el tiempo)

otro día ha despertado entre sábanas tornasoladas
las almohadas excretan cabezas endurecidas de indiferencia
en lo alto alguien llena la panza con vísceras colmadas de vacío
pero ellos le miran acechantes
en silencio
ya no sienten ajeno el sufrir

ellos son endemoniados, blasfemos,
usurpadores de bondad

son los enviados por la fuerza del verbo infinitivo
ese que tiene cuerpo
que se desgasta bajo el sol
que siente la sed universal en una sola garganta.

ellos son verbos conjugados, dialécticos,
son los que raptaron sustantivos inertes y les dieron vida.
a fuerza de paciencia y sacrificio

ellos son más que ustedes,
son inagotables,
son invencibles.

(pero se acaba el tiempo)

otra luna eternizada nos despierta
y nos obliga a cantar al ritmo de nuestras acciones.

y mientras los cuchillos aguzan el sentido
y los dolores nos machacan el recuerdo
allá a los lejos vienen ellos

felices de la igualdad que los convoca,
convencidos del camino que les toca proseguir,
reunidos en un solo puño de esperanza inquebrantable
y listos para convertir la magia en libertad.


esos verbos son metáforas sanguíneas
esos verbos son constante creación heroica
esos verbos somos nosotros.

mar de historia

*Dedicado al Poeta del Pueblo, Jorge Bacacorzo.


En el frío de una noche
Conocí el calor de una estocada
Miré a la mar sin tempestades
Y viejos lunes encontró ese junio
Viñas azules de botellas rojas
Las almas se esfuman de pronto
En el mar de un cigarrillo que no muere
Libran batallas las líneas en blanco
Vence el maestro que escribe la vida
Sus versos se mueven al ritmo del mundo
La flor que revela el momento del sino.

En el frío de otra noche
visité el calor de una serpiente
cogí una risa sin sentido
y sombras trémulas dejó ese paso
vicios gastados de un mar sin maquillaje
Los ojos se inundan de coraje
pues no llegan los escudos
crujen los cuerpos de los verticales
mares de sangre marcando la historia
algún día todo habrá servido
mientras tanto seguimos de pie.

En el frío de un domingo
Sentí los ojos del poeta
Miré de frente a sus palabras
Y escondí el miedo en un pañuelo
Vino Chicata y me abrazó temprano
Mis ojos se inundan de alegría
Tras sentirme prole nueva
Crujen los versos de un mundo olvidado
Mares de historia cantando una elegía
Los hijos del hijo reviven sus manos
Y en el camino seguimos de pie.

triste noche triste

una sola llamada te pido

que me siento triste en esta noche triste

un poco de tu voz no haría daño

un poco de cariño es mi deseo

una sola llamada te pido, madre,

que me siento triste en esta noche triste
y con el alma cogida del contorno de mi llanto

neonato

hoy me siento nuevo
(renovado)
vuelto a florecer
con la esperanza en el pecho
y la razón en las costillas

hoy me siento tuyo
y mío
(más tuyo
más mío)
y dispuesto a transgredir
y tomar por asalto
el camino
el proceso

la vida

wiphala

quiero mirarte
abrazarte
sucumbir al golpe eterno de tus besos
y a las caricias de tus noches en combate
quiero liberarte y borrar nuestro pasado
quiero ser cómplice perpetuo del tiempo
conquistar las entrañas del mundo
y asumir que me has vencido
porque a veces no puedo respirar
porque me infundes tu miedo al arcabuz
y cuando te reprimen, yo caigo,
cuando me reprimen, tú padeces,
por eso
antes de que estalle otra nube,
otro mar, otra piedra en mi cabeza,
quiero volver a encontrarte,
mirarte a los ojos,
sonreir
y volver a ser feliz contigo
al final del arcoiris
allá donde los sueños se hacen realidad.